viernes, 6 de noviembre de 2009

Influenza A-H1N1

Todo lo puedo en Dios que me conforta
- Epístola de San Pedro a los Filipenses



Todo comenzó el viernes en la madrugada y así de repente, sin síntomas previos ni señal alguna de alarma en mi cuerpo. Eran las 7:30 pm. del jueves cuando Morley llegó de trabajar y yo comencé a sentirme rara: me dolían las piernas como si hubiera corrido una carrera de 5 km y comenzaba con una tos seca que agudizaba a su vez un dolor de garganta. Unas horas antes yo estaba comiendo sushi con mis amigas de la oficina y ninguna de estas molestias se había hecho presente 5 horas antes.


Viernes, 3:00 am

La tos seca me tiene muy incómoda, el dolor en las articulaciones se ha agravado pero ahora tengo fiebre y escalofríos que me sacuden (literalmente).


Viernes, 6:00 am

Morley y yo estamos camino a mi clínica del IMSS (necesito presentar mi incapacidad para que no me descuenten el día). La clínica parece un hospital de la India o que de plano estamos en guerra, nunca había visto tanta gente. Llegamos antes de las 8:00 am y ya no hay citas ("espérese hasta el 3 de diciembre" ajá, sí, ahorita) y me envían a urgencias, donde me dicen sin siquiera revisarme: "tiene dengue, tómese este paracetamol y suero oral", chau...


Viernes por la tarde

Fiebreeeeeeeeeee, tos, diarrea y dolor muscular ES-PAN-TO-SO todo el resto de la tarde y toda la madrugada. Fue horrible, no paraba de temblar, el dolor de cabeza era tan intenso que me dolía abrir los ojos, la luz me hacía llorar de dolor y el paracetamol no me hacía ningún efecto. Morley me veía con cara de angustia y por su cara de crisis podía ver que me encontraba muy mal.


Sábado por la mañana

De regreso al hospital, pero esta vez al Del Carmen a donde llego con más de 39° de temperatura y con dificultad para respirar bien porque me duelen los pulmones y los ataques de tos seca son más frecuentes; me hacen una biometría hemática y la prueba de la influenza. Después de 2 horas llega el doctor con mis resultados: positivo a Influenza A.

Me recetan el Tamiflú y me dicen que llegué muy a tiempo, sí, ajá, pregúntenle a los del IMSS que me querían ver hasta el lunes y con sus miserables tiras de paracetamol pensaban que iba sobrevivir todo el fin de semana. Me dice el doctor que el 90% de los pacientes de influenza son tratables, que sólo los que no se atienden dentro de las primeras 48 horas son los que corren más peligro de agravarse y presentar neumonía. Me dice que el Tamiflú va quitarme todas las molestias en 24 horas y que le de tiempo, ajá, dígaselo a mis piernas que se sienten como si hubieran corrido un triatlón.


Sábado por la tarde

Fue el peor día, el Tamiflú no hacía efecto y no me podía levantar de la cama, Morley casi me tenía que cargar para siquiera poder ir al baño. Hubo un momento donde de plano me puse a llorar de dolor; como niña lloré y lloré en mi cama mientras le decía a Morley: "quiero a mi mamá, quiero a mi mamá, tráeme a mi mamá, me voy a morir", pobrecillo mi viejo ya quería hablarle a mi mamá que está en Francia para que se regresara.

Les juro que NUNCA en mi vida me había sentido tan, tan mal, pobrecito Morley la verdad, se me quedaba viendo con una cara que... el pobre ya no encontraba qué ponerme, qué darme para sentirme mejor: me dio suero, me preparó té, me trajo jugo de naranja, me tapó y después me descobijó para ver si así me bajaba la fiebre; estaba tan débil que me quedaba dormida de pronto, pero la tos me despertaba.

De hecho le dije a Morley que me daba miedo morirme y entonces se me quedaba viendo TODO el tiempo, si abría los ojos me estaba viendo, todo porque yo le dije que tenía miedo, Dios bendiga a mi viejo, en serio. No fue sino hasta la madrugada que la fiebre cedió y que después de dos noches, con sus días, pude dormir sin despertarme más de 2 horas seguidas.


Domingo

Me la pasé en estado semi catatónico y todavía me costaba caminar, de hecho me cuesta hasta este momento caminar, subir escaleras sin perder el aliento. Esta cosa es un monstruo que te ataca TODO y te deja más débil que un papel mojado, bendito sea Dios Morley me llevó a tiempo al hospital.

Yo siempre pensé que todos eran unos alarmistas con esto de la influenza pero les juro que es un monstruo que casi, casi me vence. El Tamiflú tiene efectos secundarios un poco molestos, te dan náuseas, dolor de cabeza y puedes vomitar, pero todos estos te los bancas gustoso con tal de sentirte mejor.

Hoy ya estoy mejor, pero sigo muy cansada y tengo tos, por lo que no debo salir todavía ya que soy un arma biológica con patas. Muchas gracias a todos por sus buenos deseos, perdonen que no he contestado mensajes pero el teléfono pasó a ser mi última prioridad ya que ahora duermo mucho, mucho, tratando de recuperarme.

4 comentarios:

La SandY dijo...

Diablos mija, osea no era dengue, era influenza A? ufff que bueno que te atendiste pronto ... espero que te recuperes rápido también... abrazote!

190.arch dijo...

Recupérate pronto, Pillo!
Bendito sea tu Morley que llegaste a un hospital con un doctor eficiente a tiempo.

Descansa y vas a ver que poco a poco te vas e empezar a sentir mucho mejor. Yo he tenido influenza normal y bueno, pues es casi igual, la primera vez que me dio fue horrible, me quedé como trapo doblada en un sillón con la intención de levantarme y no me pude levantar en las próximas 4 horas sino hasta que llegó mi marido y se espantó muchísimo.

Anónimo dijo...

"a mi clínica del IMSS (necesito presentar mi incapacidad para que no me descuenten el día). La clínica parece un hospital de la India"

Ay muchachita que dices haber visto tanto, no pareces conocer México...

A ver si ahora entiendes el porque usar mascarilla es una medida precautoria que no se debe basar en si tengo ganas o no de usarla.

Anónimo dijo...

Amigaaa.... un abrazo. Take care....
snm

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